
20 Ene «Asturias tiene futuro, pero hay que cambiar el foco: la minería y la gran industria no van a volver»
Lucía S. Naveros, periodista.
El periodismo de proximidad, el que recoge noticias locales y analiza la actualidad que afecta a un área concreta y a sus habitantes, constituye hoy más que nunca un elemento de primer orden para articular informativamente cualquier territorio. Eso lo sabe bien Lucía S. Naveros, que codirige La Voz del Trubia con Fernando Romero, estableciendo desde 2015 una cabecera local que, desde los valles del Trubia, se ha asentado como diario digital y edición impresa en una extensa comarca que va desde el tramo central del Nalón y el Cubia (Candamo y Grado) a la cordillera y el suroccidente (Somiedo, Cangas del Narcea). En total, una veintena de concejos cubiertos y tres ediciones distintas para un periódico que demuestra que la vigencia del periodismo estriba, antes que nada, en adaptarse a la realidad (y saber contarla). Entre crónicas, teletipos, reportajes, sucesos, notas de prensa y coordinar la edición digital del diario, Lucía saca tiempo para responder nuestro Cuestionario Cantábrico de hoy.
Nombre completo, lugar y fecha de nacimiento:
Lucía Suárez Naveros. Aunque nací en Madrid en 1967, “no se es de donde se nace, si no de donde se pace”, así que soy de Avilés de una familia procedente de Ribadesella.
¿Qué sitio de Asturias o del Norte asocia a su primer recuerdo de infancia?
La playa de Vega, en Ribadesella, y el pueblo de Berbes, en concreto, una gran figal centenaria que había en la casa de mi abuela.
Como avilesina ¿cuál o cuales son los rincones que cree mejor definen la villa?
El parque de Ferrera y la plaza de Carlos Lobo, la calle La Ferrería, lo que en mi adolescencia llamábamos ‘la zona’.
Y de los espacios ya desaparecidos del paisaje ¿cuál recuerda con más cariño?
Siempre soñé un Avilés sin Ensidesa, pero nunca lo llegué a ver.
Su lugar ideal del Norte (o del mundo) para disfrutar sería…
La playa de Vega y el puerto de Marabio, entre Teverga y Yernes y Tameza.
Sobre gustos está todo por escribir, así que ¿cuáles son sus favoritos?
– Libro: Casa desolada, de Charles Dickens.
– Película: El espíritu de la colmena, de Víctor Erice.
– Disco: ‘Mediterráneo’, de Serrat, o ‘Strike the viol’ de Purcell.
– Farturina: Marisco, jejeje!
– Persona: el revolucionario y científico ruso Piotr Kropotkin.
– Acontecimiento histórico: La declaración del comunismo libertario en La Felguera, siempre me ha parecido entrañable ese episodio.
¿Qué significa ser periodista en el siglo XXI, y qué significa serlo en concreto en un área como la Asturias de las comarcas rurales del Trubia, Cubia y Suroccidente?
Es una profesión muy interesante y que te conecta con la realidad del entorno, te hace entender a otras personas con vidas y situaciones muy distintas a la tuya. Es increíble que la técnica nos haya permitido hacer un periodismo casi sin intermediarios, directo, sin necesidad de grandes empresas, pero en el otro lado de la balanza está la exigencia de inmediatez en la información, que hace que sea difícil trabajar los temas en profundidad: un digital es como una cocina de leña, hay que estar añadiendo combustible siempre.
Se habla mucho de la crisis actual del periodismo, pero ¿puede ser que la crisis sea en realidad de la sociedad entera? Y de ser así ¿hasta qué punto somos los periodistas responsables de que esa idea haya calado?
Los periodistas hemos sido siempre muy individualistas, y hemos pagado un precio alto en precariedad laboral y falta de capacidad para resistir a las presiones de los distintos poderes que quieren controlar el discurso social. Somos responsables de no haber mantenido, como colectivo, el compromiso ético. En nuestro descargo hay que decir que estamos agotados, la presión laboral sobre los periodistas es enorme.
Sociología parda: ¿Por qué los asturianos nos peleamos tanto en casa, pero nos tratamos de hermanos al cruzar más allá del Negrón?
Asturias marca, y fuera de casa es más fácil reconocer lo que une que lo que separa.
¿Asturias tiene remedio? ¿O hay futuro?
Depende de cambiar el foco. La gran industria y la minería no van a volver, hay que hacer un cambio de escala. Creo que sí tiene enorme potencial, pero veo difícil que podamos frenar de verdad algunos procesos, como la decadencia de las villas. Crucemos los dedos