
07 Dic Cova de Silva: «Como Asturias, nada; pero hay que salir y no mirarnos tanto el ombligo, o perdemos perspectiva»
La conocimos cuando emergió aquello del “Xixón Sound”, ya que fue parte sustancial de grupos como Penelope Trip o Nosoträsh. Pero la labor de Covadonga de Silva no se queda ahí. Además de escritora, psicóloga clínica y emprendedora entusiasta en iniciativas culturales, actualmente concentra su actividad musical en los grupos Petit Pop (música para toda la familia junto a compañeros generacionales como Mar Álvarez, Lara González o Pedro Vigil) y en Primas Hermanas (conexión vainiquera-asturgalaica, mano a mano con Antía Eseuve). Gijonesa hasta la médula y sin fronteras que ponerse por delante, Cova responde nuestro Cuestionario Cantábrico como siempre se muestra en las entrevistas o en los textos de sus canciones: mezclando contundencia y simpatía a raudales, del tirón y sin que te dé tiempo a ver cómo pasa de una a otra. No hay truco: es ella misma.
Nombre completo, lugar y fecha de nacimiento: Covadonga de Silva Marbán, Gijón, 8 de diciembre de 1970.
¿Qué sitio de Asturias o del Norte asocia a su primer recuerdo de infancia?
Posiblemente la Playa de San Lorenzo, la Escalera 14 y el Parque Isabel La Católica, mi familia vivía en el Barrio de La Arena así que era donde nos llevaban. Tengo muchos recuerdos de jugar en la calle, tanto delante de casa como en lo que llamábamos “el bloque”, pequeñas plazas cuadradas, había varias, que se construyeron delante de algunos edificios de la Calle Manso, con escaleras que daban a los portales y bajos y un pequeño jardincillo. Nos juntábamos niñas y niños de diferentes edades que vivíamos en el barrio y nos pasábamos horas y horas jugando. De vez en cuando pasábamos unos días en Grao, porque mi madre nació allí: en un lateral de la Plaza del Ayuntamiento vivían mis tíos abuelos y mis primos. Me acuerdo de ir a las fiestas de Santiago y Santa Ana y participar en algunos juegos tradicionales y en general pasármelo muy bien.
Como gijonesa ¿cuál sería su lugar preferido de la villa?: Pues supongo que Cimadevilla, es el primer lugar en el que viví cuando me independicé y después de varias mudanzas acabé de nuevo aquí. La culpa es de Radio Kras, cuando yo era adolescente la emisora estaba situada en la calle Honesto Batalón y en nuestra pandilla había amigos que tenían allí un programa de música los domingos por la tarde, con el tiempo también mi hermano. Muchas veces subíamos con ellos y después nos tomábamos algo en La Folixa y más tarde en el Bar La Plaza. Y así a lo tonto mi lugar de ocio de toda la vida ha sido y sigue siendo Cimadevilla, principalmente. Así que el primer piso que alquilé y compartí fue en Cimadevilla, para no tener que caminar mucho una vez acabada la fiesta, jajaja. Con el tiempo mis hijos acudieron a la escuela pública de 0 a 3 (Los Playinos) y al C.P. Honesto Batalón, donde tuvieron muy buenas experiencias. En un barrio como Cimadevilla se puede criar en manada como quien dice, con otras familias allí asentadas. Han tenido también la suerte de poder jugar en la calle, como yo la tuve en su momento. También me parece que tienen mucho encanto el Parque de Moreda y el Jardín Botánico, por supuesto.
Y de los espacios ya desaparecidos del paisaje ¿cuál recuerda con más cariño?:
Pues es extraño, tengo reminiscencias de la zona de Fomento y del muelle. Lo recuerdo de aquella todo muy degradado, grís, viejo, sucio, decadente pero con mucho encanto. Recuerdo ir caminando sobre el malecón con mis hermanos, mis padres todos nerviosos porque nos acercábamos mucho al borde, de aquella no había aún barandillas. Los raíles sobre el empedrado y las viejas grúas. Lo recuerdo todo en blanco y negro, qué cosas.
Su lugar ideal del Norte (o del mundo) para disfrutar sería: Aunque me encantan Galicia y Euskadi, como Asturias nada, lo que pasa es que hay que salir y dejar de mirarnos tanto el ombligo pues perdemos perspectiva. Últimamente estoy prendada del Suroccidente Asturiano, de hecho parte de la semana la paso allí por temas de trabajo. Es una joya de territorio, pero hay que hacer un esfuerzo mucho mayor para mejorar las comunicaciones a Cangas del Narcea, Tineo, etc. En general en cualquier espacio natural asturiano (y no asturiano) soy feliz. De bajar al sur me quedo con Cabo de Gata, sin duda.
Sobre gustos está todo por escribir, así que ¿cuáles son sus favoritos?
Libro: Manual para Mujeres de la Limpieza, de Lucía Berlín.
Película: Recientemente acabo de ver “Cinco Lobitos” y “The Wonder”, las dos me encantaron.
Disco (o intérprete): Últimamente escucho mucho a Matt Maltese y siempre me encantó el tono apocalíptico de las composiciones de Anne Clark. También disfruto mucho escuchando en directo a Antón Menchaca. En general cambio mucho de referentes porque quemo las canciones de tanto escucharlas.
Farturina: Las cebollas rellenas pero con un buen arroz a la cubana soy muy feliz.
Persona: Mis hij@s.
Acontecimiento histórico: El periodo de la Segunda República Española.
Psicóloga de profesión, escritora de poesía, músico con extenso historial de grupos y discos a las espaldas, promotora de iniciativas culturales… entre otras facetas ¿pero cual cree que le representa mejor? Actualmente con lo que más disfruto es escribiendo en mi blog Periodika.net y componiendo canciones para Primas hermanas o Petit Pop, pero también me encanta mi trabajo como psicóloga clínica. En general en cualquiera de mis facetas, incluida la de madre, intento echarle imaginación y creatividad, son herramientas en las que siempre te puedes apoyar. Creo que lo que me representa no es tanto lo que hago, sino el “cómo lo hago”.
¿Cómo animaría a cualquier familia ENTERA a acudir a un concierto de Petit Pop? En los conciertos de Petit Pop todos los miembros de la familia se sentirán identificados con nuestras canciones, las escribimos desde diferentes perspectivas porque sabemos de lo que hablamos, al haberlo vivido previamente. De manera que nunca queda claro quién acaba acompañando a quién al concierto. En todo caso un concierto de Petit Pop es el lugar perfecto para soltarse la melena y romper con la rutina de la crianza, cantar, bailar y reírse mucho.
Ya se sabe que “Gallegos y asturianos, primos (y primas) hermanos”… pero ¿cantaremos todos de una vez eso de “Amigos para siempre”? Pues la verdad es que mientras Antía y yo nos sigamos llevando así de bien y tengamos ganas de hacer canciones, hay banda para rato. Vamos a nuestro ritmo, ella define muy bien a la banda en las redes sociales “Banda asturgalega sin miedo a nada”. Es una bendición contar con alguien como ella, con su formación musical, apertura de mente y buen hacer. Aunque Antía vive en Madrid y yo en Gijón, cuando conseguimos reunirnos todo fluye y es muy fácil trabajar. Creo que lo mejor de la banda es cómo conseguimos unir a público de generaciones muy alejadas en el tiempo, ello es porque independientemente de nuestra diferencia de edad, nuestra mentalidad y actitud ante la vida es muy parecida. Para el próximo año ya se oferta a Primas Hermanas en Asturies, Cultura en Rede. Tenemos ganas de tocar y generar esa complicidad mágica con el público. En los pocos conciertos que hemos dado hasta el momento nos hemos sentido muy arropadas.
Y a la hora de “hacer el primo”, ¿por qué los asturianos nos peleamos tanto en casa, pero nos tratamos de hermanos al cruzar más allá del Negrón?:
No sabría ahondar en este punto, pero es posible que el orgullo por nuestra tierra nos una siempre allende las fronteras porque creo que somos conscientes de la incomparable riqueza natural y paisajística de Asturias. Es algo que nos afecta y trasciende para bien.
¿Asturias tiene remedio? ¿O hay futuro?:
Espero que sí, yo puedo hablar del sector que más conozco, otros se me escapan. Teniendo en cuenta el envejecimiento de la población y la esperanza de vida creo que hay que ir preparando a esta sociedad para centrarla en el ámbito de los cuidados de calidad. Ello pasa por mejorar el modelo de cuidados y ofrecer una atención integral que incluya aspectos emocionales y socio-afectivos, ampliar y especializar las formaciones, mejorar las condiciones laborales y la calidad de vida de las personas que cuidan, buscar la corresponsabilidad familiar, social, empresarial en este empeño… Queda mucho por hacer y no podemos conformarnos con lo que tenemos. Ello implica un giro en los valores orientados no tanto a la productividad en pro de la búsqueda de la “buena vida”, sino a la generación de servicios de calidad sostenibles y comprometidos con la consecución de una vida buena para todas y todos, especialmente las personas más vulnerables y con menos oportunidades.