
01 May Entusiasmo y equilibrio para emprender «a la contra»
El complejo ecoturístico Tierra del Agua invitó el pasado sábado a Cantábrica a presentar nuestro primer número en este rincón privilegiado del Parque Natural de Redes. El animado coloquio entre los responsables del recinto y de nuestra revista dio pie a hablar largo y tendido sobre emprendimiento y recursos del territorio, con un público entusiasta arropando la propuesta
Nueva cita y nuevo debate de interés sobre el «aquí y ahora» del territorio local y el emprendimiento, sin guión y en un ambiente distendido en el que más de una idea y un proyecto se retroalimentaron de experiencias, impresiones y propuestas. La que estaba llamada a ser la última de presentaciones al público del primer número de Cantábrica superó expectativas y devino en un improvisado y elocuente análisis de cuestiones de actualidad vigente en Asturias.
Fue el pasado sábado, 29 de abril, en el recinto turístico Tierra del Agua (Caleao, concejo de Caso). La cita prometía y hasta el mal tiempo y la lluvia que durante la jornada acechó la Montaña Central dieron tregua. El cenador ubicado en uno de los miradores del complejo, habilitado como salón de actos, se llenó de público interesado en la doble propuesta: por un lado, la celebración de los diez años de andadura de la empresa anfitriona, ya un referente en el turismo rural de Asturias, y por otro el estreno de nuestra revista, cuyo primer número refleja precisamente uno de los más hermosos hayedos del Parque de Redes, en la cercana Brañagallones.
Así, los directores del complejo hotelero y de la revista (José Antonio García y Rafa Balbuena, respectivamente), la gerente del hotel Arancha García y el periodista Álvaro Boro departieron durante cerca de una hora sobre la realidad de emprender proyectos «a la contra» de las tendencias en boga, aquí y en el resto del país. Así lo hizo ver José Antonio García, señalando desde el primer momento que para sacar adelante un proyecto empresarial distinto «no hace falta ser un iluminado, sino estar atento y seguir el ejemplo de lo que hacen los mejores, los pocos que tienen la cualidad de marcar las tendencias y abrir brecha de modo eficaz». Y ejemplificó su postura con este símil: «yo lo veo como un tren que tiene una locomotora que tira de cien vagones: lo importante es estar entre los ocho o diez primeros vagones, sabiendo cual es tu sitio y procurando no quedarte atrás, porque los últimos vagones son los que van a remolque total y se acaban descolgando«, razonó.
En este sentido, sacar adelante Tierra del Agua fue fruto «de una mala tarde«, bromeó, en la que «mi asesor me intentó convencer para que no lo hiciese«, prosiguió entre risas. Rafa Balbuena coincidió en este aspecto, indicando que la revista surgió «ante la realidad de la generación de los que decidimos quedarnos en Asturias con los 40 cumplidos y con el paro o la precariedad laboral como entorno constante«. Teniendo en cuenta el actual fenómeno del resurgir de las publicaciones independientes en papel, «una tendencia que se da en todo el mundo, aunque a un nivel modesto y con un mercado muy aquilatado» Balbuena constató que «conceptos como el ‘slow journalism’ («periodismo lento») se adaptaban bien a los contenidos que nos interesa reflejar en Cantábrica«, y que la simple recopilación de lugares, entornos, personas e historias no solo de Asturias, sino «de todo el norte ibérico, desde el punto de vista de decir ‘tenemos este patriomonio humano y natural y cultural, y lo tenemos aquí al lado de casa’, dio pie a que contenido y continente confluyesen«. Eso y la colaboración de entidades de gestión emprendedora como Valnalón y el apoyo de pequeños inversores sirvió para «no tener que ‘inventar’ nada, solo mirar en otros entornos y cotejar y adaptar los modelos que funcionan«, corroborando lo que José Antonio García resaltó sobre la capacidad de innovación, un valor que es «patrimonio de unos pocos, los que tienen esa cualidad extraordinaria y admirable«.

Por su parte, Álvaro Boro hizo referencia a los «compartimentos estancos» que muchas veces presenta la sociedad, reflejado a menudo en el interés desaforado por conocer el mundo sin pararse a considerar visitar los recursos y el patrimonio local y cayendo en el desafortunado fenómeno del “cosmopaletismo”. Y Arancha García puso por su parte énfasis en la frecuente «brecha generacional» que, traducida en desinterés y aislamiento entre los distintos segmentos de edad de la población, se convierte en un problema que, al ser reconducido, facilita la transmisión de conocimientos y experiencias.
A preguntas del público, los cuatro ponentes de la charla pusieron de manifiesto la necesidad de «tener constancia, entusiasmo e ilusión» a la hora de establecer un negocio propio, sin olvidar el necesario contrapeso que «ponga los pies en la tierra al que quiera volar demasiado, por si acaso«, señaló el director de Cantábrica. Algo que José Antonio García ponderó «manteniendo un entorno familiar o una vida social que te apoye, y que también te haga ver las equivocaciones, que por otra parte son inevitables y, de paso, que te haga de vez en cuando desconectar«», añadió.
Tras la distendida charla. a la que acudieron también varios miembros de entidades locales (corporación, Parque Natural de Redes y gerentes de los grupos LEADER), y tras unas cervezas que brindó la empresa Ordum, radicada en Borines, la tarde se extendió con un almuerzo y sobremesa a base de productos locales en el que las vistas al Parque de Redes fueron el marco de otras reflexiones y proyectos a los que, sin duda, el futuro dará pie a que se materialicen en los mismos términos de encuentro de esta jornada. El camino, en todo caso, esta trazado. Solo resta seguir recorriéndolo y ahondándolo cada día.