14 Dic Nieves Penela: «Si como autora sabes qué deseas y qué no de una editorial, el 90% del trabajo está hecho»
Un huracán con alma de autora y una editora de armas tomar que, encima, escribe. Eso es lo menos -en realidad, «lo más»- que se debería pedir a quien se dedica a publicar libros en el siglo XXI. Nieves Penela es de esa clase de personas y Orpheus Ediciones Clandestinas su sello editorial, que estos días cumple tres años en la brecha. Desde su pequeño rincón de Gijón, Nieves Bruxina (su seudónimo como poeta) dedica sus buenas jornadas a planear y desarrollar la forma y el recorrido de esos libros que ofrece a los lectores. Un catálogo quizá modesto en cuota de mercado pero apabullante en resultados literarios, y no digamos en el entusiasmo que suscita entre sus autores y lectores. Ellos, la «familia órfica», como la propia Nieves llama a ese grupo de fieles, no para de crecer. Visítenla en su página web y sigan las respuestas que da a nuestro Cuestionario Cantábrico. Y así, además de conocerla a ella y a sus libros, leen.
Nombre completo, lugar y fecha de nacimiento: Mi DNI pone Nieves Penela Vázquez, pero respondo al nombre de Nieves Bruxina. Nací en Avilés el 3 de julio de 1967. No te esfuerces, ya te lo calculo yo: 55 años, todos míos, no reniego de ninguno de ellos.
¿Qué sitio de Asturias o del Norte asocia a su primer recuerdo de infancia?
Recuerdo los primeros inviernos, aquellos domingos de paseo, y jugar con mi hermana Montse en la arena de las playas de Xagó, Verdicio, San Juan y Salinas, La Arena… bien abrigadas. Bailar, corretear y dibujar letras en la arena… Qué rollo aquellos gorros….
Como avilesina-y-gijonesa ¿cuál sería su lugar preferido en ambas ciudades?
De Avilés, cualquiera de sus calles soportaladas. Es la ciudad en la que crecí, y en la que sigo creciendo. De Gijón me quedo con el barrio que me acogió, Cimavilla. Sin duda. Ya ves, me considero una mujer muy afortunada.
Y de los espacios ya desaparecidos del paisaje ¿cuál recuerda con más cariño?
Yo soy de esas personas que creen que nada desaparece mientras tú lo recuerdes. Al margen de esa magia, entiendo tu pregunta, así que te digo una. La zona del Polígono de la Magdalena en Avilés: allí iba a coger ranas con mi abuelo Bienvenido, las estudiábamos, y las devolvíamos a las charcas. Al poco se urbanizó toda la zona. Años más tarde construyeron el Instituto Público Mixto de la Magdalena, (el famoso «Instituto Lenin», no sé muy bien por qué ese apodo, jajaja…) que es donde acabé estudiando. Y, la verdad, siempre me pregunté a dónde se irían todas aquellas ranas.
Su lugar ideal del Norte (o del mundo) para disfrutar sería…
Cualquier lugar cerca del mar, y de la familia. El mar, de día y mucho más de noche. Ese es mi motor y mi paz.
Sobre gustos está todo por escribir, así que ¿cuáles son sus favoritos?
Llegan las preguntas perversas, así que te paso con Nieves Bruxina:
Libro: ¡Siempre! Buenas ediciones, si puede ser.
Película: Uff… Entre El padrino, Casablanca, Ciudadano Kane, El gran dictador, Blade Runner, Cielo sobre Berlín… La última que volví a ver fue Amelie.
Disco (o intérprete): Uff… tantos vinilos… crecí con Bowie, ahí lo dejo.
Farturina: Con buena compañía, fundamental. Bugre forever. Soy carnívora, sí.
Persona: Charo, mi madre. (Los amantes no cuentan como personas, ¡jajaja!)
Acontecimiento histórico: La pandemia de Covid-19.
Siempre se dice que en este país escribir (incluso leer) es llorar. ¿Es tan malo? Y si lo es ¿qué calificativo le ponemos a alguien que se lanza a la labor de ser editora independiente?
En nuestro país se dicen muchas cosas, muchas mentiras también; creo que escuchamos poco y que buscar el silencio se ha vuelto incluso necesario. Y creo que la mayoría de los ciudadanos, que somos tolerantes y sabemos convivir, estamos asistiendo, yo asustada, “aconjonada” (que es un «palabro» que me encanta), a cuestiones entre inauditas y dolorosas, como es que nos sigan asesinando por ser mujeres, o el deterioro deliberado de lo público, o el auge del fascismo de nuevo. Aquí, señoros, señores y señoras, «cabemos todes o no cabe ni dios».
¿Pero me preguntas por un calificativo?: Órfica (generosa, optimista, apasionada, y alocada; eso dicen por ahí…).
Teniendo en cuenta que usted misma es escritora, ¿qué clase de estímulos –positivos, se entiende- genera esa labor “al otro lado de la barrera”?
Cuando como escritora sabes lo que deseas y lo que no quieres de una editorial, te aseguro que el 90% del trabajo para hacer nacer un proyecto como Orpheus estaba hecho. Porque nos debemos a les autores. El otro diez por ciento, es clandestino, y es secreto de editora y su equipo órfico, ¡jajaja!
Es difícil, lo sabemos, pero sin hacer agravios comparativos ¿a qué libro de los que Orpheus ha publicado en estos tres años le guarda especial afecto, o satisfacción, o…?
Ternura, al primero sin duda, Palidez y otros relatos (Cuaderno de pornografía argumentada), de Rafa Ron. Nuestros amigos y autores lo saben. De hecho, se incluye en la edición la transcripción de unas últimas conversaciones telefónicas que mantuve con el autor mientras permanecía sus últimos días hospitalizado en el HUCA. Y especial amor a La cuarta vida, nuestro primer libro secreto.
Cambiando de tercio ¿por qué los asturianos nos peleamos tanto en casa, pero nos tratamos de hermanos al coincidir más allá del Negrón?
Porque un chigre sin debate, o una comida de navidad sin cuñaos, ye más que una quimera: ye imposible. Y fuera, como todos, cuando uno es minoría se siente quizás más vulnerable, y se arrima a los de su tierra….
¿Asturias tiene remedio? ¿O hay futuro?
Asturies tiene que espabilar y espoyetar, y no perder el norte. Por supuesto que hay futuro, y sin olvidarse que hay que trabajar duro, a diario, para mejorar lo que tenemos. El Negrón… eso ye una línea imaginaria…, pero eso lo dejo para una novela de género, seguramente para presentarla en una futura edición del Celsius 232.